lunes, 23 de noviembre de 2015

In Love

Cada mañana despierto,
En mi habitación. En mi cama. 
Y entre sábanas blancas,
Ellas me arropan.
Mi mente es consciente,
Honesta, y sincera, y presente. 
Que cada mañana despierto,

Sola de nuevo. 

Quiero rozar tus labios con los míos. 
Que se toquen, que se sientan.
Que se quieran. 
Sentirme como nunca antes me he sentido. 
Alta. Terrestre. Divergente.  

Tan diferente. 

Quiero adoptar el calor de tu pecho, 
Notar el airado viento pasar;

El tiempo parar. 

Quiero cruzar tu mirada, 
Y no esconderla, bajarla, ocultarla.
Quiero cruzar tu mirada, 
Y que tus ojos me miren a mí, 
Y que tus ojos se cierren conmigo al dormir. 
Y que tus ojos, 

Sean la opción para ser feliz.

Se me quemará la respiración. 
Se me congelará el corazón.
Puede que jamás vuelva a salir el sol.
Sin embargo habrá algo dentro de mí que lata.

Y tú serás esa razón. 

Mientras tu persona se detenga delante de mí,
Mientras mi persona, tu mirándome, 
no sepa a dónde ir. 
Mientras la lira, cante embellecida al clavel, 
Y tu mirada, siga siendo de color miel; 

Mi alma guerrera, seguirá en pie.

Y mi atronadora esperanza, 
Se levantará inmune de la tierra 
para nadar intacta, 
en un caudaloso río de problemas. 

Mi pobre aura enamorada, 
Que jamás será recompensada. 
Tú jamás te fijarás en alguien como yo, 
En alguien que parece ignorarte 
Pero que por tu primavera, 

¡Yo daría hasta la muerte! 

Alguien que por pasar una vida contigo,
Su tesoro mas preciado, 
No dudaría en dar. 
Alguien que por un beso de amor verdadero, 
Cielo o mundo, estaría dispuesto a entregar.

Pero tú prométeme, no dejarme jamás. 

Pero tu sonrisa es motivo de otra.
Y ello no lo puedo evitar.
Seguiré luchando, batallando,
No servirá de nada. Soy consciente, 
Pero me he enamorado, es consecuente. 

Seguiré espiándote tras esa horrenda línea,

Que nos separa.

Seguiré queriéndote, aunque no lo hagas tú.
Seguiré locamente enamorada de alguien
Que en mi enflorecido campo de rosas,
Me muestre su marchita flor morada. 
Seguiré queriéndote, aunque no lo hagas tú. 
Aunque no sea a mí, 

A quien entregue su luz. 


domingo, 15 de noviembre de 2015

Soy Poeta

Yo admiro, callo y pienso. 
Por ello soy poeta. 
Soy capaz de apreciar mariposas, 
Donde vosotros veis negras rosas.

Por ello. Por ello soy poeta. 

Notaréis viento en vuestro gesto. 
En el mío hay aire, allegado de turbios mares.

Y por ello soy poeta.

Vienen solo cuando las necesito. 
Cuando muero; sea buen ejemplo. 

¡Golondrinas, Gorriones, Cuervos! 
¡Quién dijo que vivir no era tan bello! 

Por ello soy poeta. 

Perdí mi alma de mujer. 
Adopté la de un poeta. 
Pues en mis alrededores se encuentra, 
La máscara de la naturaleza. 

Por ello. Por ello soy poeta.

Y en nosotros está, el ejemplo de dos vidas.
La que añoramos y la que aún no ha llegado.

Por ello soy poeta.

Lo real es un engaño.
De vosotros, transeúntes...
Ignorantes del presente.  

Por ello soy poeta.

Propagaré mi poesía. 
A los sabios conocimientos de la vida.
Difundiré mis quehaceres,   
Para un día yo, del futuro aprendiere.

Y por ello, yo soy poeta. 

Mientras la rosa abra sus pétalos a los ojos del enamorado.
Mientras tu mirada de diamantes clave en mí, su hermosa luz.
Mientras quién escriba, sea el corazón 
y no la mal empleada palabra de tu voz. 
Mientras el pensamiento, dé claridad al sentimiento. 

Por ello. ¡Por ello soy poeta! 

Por ello soy yo poeta. 
Sabré por qué lo soy.
Y por qué compongo poemas.
Sabré por que he decidido, 
De la lírica haberme abastecido. 

Por ello soy poeta. 

Yo admiro, callo y pienso. 
Por ello soy poeta. 
Soy capaz de ver algo más que palabras escritas,
donde vosotros solo veis poesía.

Por ello soy poeta. 

Poeta de armas tomar, 
De poemas, de verso y prosa 
Romances, sonetos, cantares. 
Poeta. 

Y por ello yo, 
Soy poeta. 

                                         

sábado, 14 de noviembre de 2015

Viernes 13.

13 de Noviembre. Viernes 13. 
Siento decir que esta vez no se trata de ninguna película de terror. 

No. Esta vez, no es ficción. El número de la mala suerte ha surtido efecto en el mundo contemporáneo y real. 

Cada rincón. Cada carretera. Cada lugar. 
Todo es oscuridad. Incertidumbre y tristeza invaden las calles de parís. Las explosiones han dejado eco en la presencia de todo francés y cada alma derrama hoy lágrimas y gritos de dolor. Personalmente, ¿Debería ser así todo esto? Centenares de muertes y heridos. Inocentes ángeles que hoy, vuelan libres de dolor, emprendiendo un eterno viaje hacia un nuevo cielo. 

Todos ellos, testigos del sufrimiento de un país ensangrentado y abatido por hombres en el cual un viernes a las nueve de la noche, sembraron el terror en el corazón de Paris. 

Francia no sufría tanto desde la segunda guerra mundial. Hoy irrumpe este hecho con un nuevo atentado que sin duda, pasará a la historia. 13N. Una fecha que, como bien ha dicho su presidente hará ver al estado islámico una Francia mas unida y fuerte, como prometieron hacer hace ya años en todo momento. 

129 muertos. 252 heridos, 99 de ellos en estado crítico. Y las cifras, siguen subiendo. 

Unos se encontraban cenando en restaurantes. Otros en el partido de fútbol. Otros en el cine de la ciudad. Y muchos; desafortunados, en la sala de conciertos Bataclan que hoy, sábado, se ha trasformado en una auténtica y sangrienta carnicería. 

España esta conmovida. "El dolor de Francia, es el dolor de España" Quizá sea una buena manera para comenzar a reflexionar de que España no es el único país existente en la tierra. Pero, ¿Estaría España tan conmovida si se hubiera tratado de países como Iraq o Siria? No lo creo. 

Nuestro país ya está seguro. Ahora toca preocuparse por Francia, país vecino. Y por el mundo en general, ¿Vamos a dejar que centenares de personas mueran inocentes cada año? ¿Tan ignorantes somos de aceptarlo y mirar a otro lado? 

Es el momento de cambiar. Es el momento de ser alguien. De no esconderse a la súbita realidad. Abrir los ojos. Ver la realidad. 
Hoy en Francia solamente hay un silencio callado y negro. La ciudad del amor se ha convertido en la ciudad del sufrimiento y terror. Ha perdido a muchos de sus patriotas que ya yacen en sus correspondientes lechos y como sus respectivas familias saben, no volverán. 

Está pasando. Y pasará. Pero después de esta terrible noticia, ¿Seguiremos negando la mirada a la horrenda y mugrienta sociedad? 

Es tu decisión. Piensa. Luego actúa. 

#PrayForParis. 





jueves, 12 de noviembre de 2015

Tempus Fugit.

Estoy encarcelada. Cada día que paso, es un nuevo obstáculo que la vida me opone para seguir hacia adelante. Sé que soy más fuerte que los arrogantes seres humanos que me rodean. Pero también mi mente es consciente, de que soy menos feliz. 
Ya no río. No sonrío. 
Se me han acabado los motivos. 

Me di cuenta que mi aura se había apagado cuando la vida me castigaba de nuevo y ya no sentía nada. No lloraba, no sufría, no estaba dolorida. Todo era gris. Y gris se quedó. 
El silencio de una alma callada, 
En fracasos, agotamiento y cautela se transformó. 
Como agua caudal, que va hacia la mar,
A sufrir mi alma se acostumbró. 

Puede ser que en mí veas sonrisas. Puede ser. 
Puede que pienses que soy una mujer risueña.
No me ha de sorprender. 
Llena de alegrías, vacía de penas. Una mujer, que no tiene problemas. 
Pero, no es así. 

Y nunca lo ha sido. 
Nunca lo fue. 

¿Qué debo hacer? Morir es una tontería. Mas una cosa es desear. Otra es actuar. No debo hacerlo, no conseguiré nada. No le tengo miedo a la muerte, sino a las pocas personas que dejaré tras ella después de irme y no volver a verlas.  

Aquellas a las que un día conocí. De las que extravagantemente me enamoré. A las que he visto crecer y a las que lo han hecho en mí. Aquellas por las que luché día y noche, para no perder su amor. Aquellas personas. 
Aquellas pocas personas, que hacen mi vida madura y amena. Que hacen que cada tarde de amargura, no me ahorque ni me mate con una bala. 

Cada día comienza diferente. Pero en todos acabo igual. No he tenido suerte. Es verdad, nunca la tuve. 
Idealicé mi futuro y el destino me lo arrancó sin mas remordimiento. No me preguntó. Sencillamente, me lo arrebató.  

Puede que nadie se sienta como yo. Que me miren extraño o que se rían. Que me odien sin apenas conocerme. Pues hacerles caso no debo, porque ellos, ignorantes, se ciegan a lo evidente, tras yo haberme echado a llorar como una princesa, perdida en el presente.  

¿Qué debo hacer? 
¿Acaso alguien se siente como yo? 
Que venga, lo suplico. Lo pido. 
Que venga y no me deje sola. Necesito alguien que me entienda, que me lleve a su lado y me haga saber que no estoy tan sola como yo pienso. Derramemos lágrimas hasta no poder vernos. Derramemos nuestro pasado, en ríos caudales, para así perderlo y desafiar en turbios mares, las batallas que nos esperan allá. Allá a donde yo vaya.  

Tú espera. El sufrimiento no ha terminado, ni terminará. 

Así es la vida. Unos tienen suerte. 
Otros no tanta. 

Nada más que añadir. Lo que espera ahora, no es vivir. Ni el mero intento logrará conseguir que la vida, que el destino o que alguien que controle mi sufrimiento, me enseñe la otra cara de la moneda. Que me enseñe su bella y sincera primavera. 

¿Qué queda ahora? Solo llorar. 
Llorar hasta un día, no poder hacerlo más. Por culpa del corazón guerrero, que en putrefacta sangre él, vi verlo convertido. 

Así es la vida. No lo diré más. 
Unos quieren tener suerte. 
Otros mueren, en el intento de ser alguien.



domingo, 8 de noviembre de 2015

Diez inviernos.

Hace diez inviernos. 
No pude despedirte. Ni verte una última vez, 
sabiendo que ya jamás te volvería a ver. 

Hace diez inviernos. Diez. 
No sé hacía que dirección ir, 
Para buscarte. 
No sé hacía dónde marchaste.
A dónde fuiste, a dónde escapaste. 
Solo sé que hoy es demasiado tarde. 
Ya no puedo perseguirte.

Hace diez inviernos que, 
Cuando el negro de la noche decae,
ilusa, converso con la soledad. 
Cuando el viento se hace silencio, 
Y la luna se alza hermosa y luminosa 
Irrumpiendo aquellos oscuros mares. 
Cuando la golondrina vuelve,
el tiempo se va y ya nadie puede verme. 
Cuando a mi habitación ya nadie viene
y todos duermen. 
Cuando añoro, cuando recuerdo.
Es entonces cuando siento; 
Que te hecho de menos. 

Hace diez inviernos. Diez. 
¡Vuelve! Yo sola no puedo afrontar esto.
Necesito amor. Te necesito a mi lado.
Ver tu mirada. Una vez. Una vez más. 
Robemos el tiempo al tiempo
Y juntémonos como antaño prometimos. 

Hace diez inviernos. Diez fríos inviernos. 
Dime que te acuerdas.
Que no me has olvidado. 
Dime que puedes respirar.
Que no te sientes ahogado. 

Si me hubieras avisado,
Si no me hubieras dejado. 
Si me hubieras dicho algo, 
Si no me lo hubieras ocultado. 

Dios sabe si quizá hoy, 
Sería feliz. 

No importan las murallas, 
Ni lo difícil que sea la batalla. 
Si he de morir; lo haré. 
Si he de sufrir; sufriré.

Si temprano, si pronto, si no llego a tiempo. 
Me es indiferente. 
Nunca es tarde si el héroe, 
no se siente cobarde. 

Hace diez inviernos. 
Tú. 
Aparece en mi vida,
En vez de en mis pesadillas. 
Aparece delante de mí, 
En vez de aparecer cada vez que lloro, 
junto al amargo recuerdo rutinal. 

Hace diez inviernos que ella te llevó. Diez. 
Diez inviernos llevo. 
Diez sin estar contigo. 
Pidiendo por navidades el mismo deseo. 
Cada año. 
Apagando velas y crecer sin verlo cumplido
Cada invierno. 
Seguiré esperándote
No lo dudes. 
Seguiré soñándote, 
Y llorando con el dolor, siempre presente. 

Diez inviernos llevo.
Diez sin estar contigo. 
Mirando la misma fotografía. 
Sin entender porque la muerte te adoptó 
Y te llevo con ella. 

Diez inviernos. Diez. 
Diez inviernos de sufrimiento, 
De sequedad, orfandad, corazón hundido, 
Y abandonado. 

Te fuiste. ¿Para qué? Para no volver.
Me dejaste. ¿Por qué? No lo sé. 
Quizá huiste de tu vida. 
Egoísta... cobarde... 
Eres como yo. 
No somos fuertes. 
Nos unió el destino. 
Y él mismo nos separó.  

Este invierno, no volverás.
Mi deber es superar y Aceptar. 
Me dejarás. Sí. 
No vendrás. 
Debo hacerlo. 
Debo Olvidar. 

Pero mi corazón, 
(Si es así como puedo aún llamarlo yo)
No puede apagar la llama, 
Que encendiste un día 
Y mi mente es
incapaz de imaginar un mundo sin tu sonrisa. 

Hoy hace frío. Todo es gris. 
Hoy no estás. Ni lo estarás. 
Mañana saldrá el sol. Será todo mejor. 
Dame la mano.
Y Volemos a la tierra de Peter Pan. 

¡Volemos!
Donde los sueños se cumplen, 
¡Volemos!
Donde los problemas no existen. 
¡Volemos!
Donde estemos los dos. 
Donde padre e hija, 
Se encuentren donde un día, 
La muerte separó. 
Volemos, 
Donde a un padre y a una hija, 
Hace diez años, un invierno separó.